Ricardo Casstillo, estudio calle Castellar, Sevilla 1990
Con el año 1990 comienza una nueva década y se abren nuevos caminos para Ricardo Casstillo. Es la
primera vez que expone en Málaga, después de haber participado en nueve certámenes
colectivos en distintos puntos de España e Hispanoamérica.
La serie de obras que exhibe bajo el título de Otros desiertos está compuesta por cuadros de técnica mixta
sobre lienzos trabajados con pinturas industriales.
En ellos aparecen aguas estancadas donde flotan cilindros
metálicos y en los que, a través del color, se ponen de manifiesto las sombras de los tres
ríos más contaminados de Andalucía: el Tinto, el Odiel y río Piedras.
1990, diapositiva 1, serie Otros Desiertos.
Rastrea en estas obras
paisajes simbólicos, paisajes pizarrosos
salpicados de minas ahora sin actividad: es el paisaje de la Cuenca Minera de Riotinto.
Él amaba esta geografía y sentía una particular atracción
por sus tierras pedregosas y devastadas y por su río, que transcurre entre minas
de pirita ferrocobriza en la cabecera e industrias químicas en su
desembocadura. Era la tierra de su padre
y sus abuelos.
1990, diapositiva 2, serie Otros Desiertos.
Río Tinto, Odiel y río Piedras
Son tres ríos de un caudal
muy bajito y de fuertes estiajes que a veces llegan a secarse literalmente en algunos de sus tramos. En ellos
desaguan residuos metalúrgicos (drenaje ácido) procedentes de minas que
han tenido una actividad milenaria, malogrando sus aguas para los usos domésticos
y para el riego.
1990, diapositiva 3, serie Otros Desiertos.
Por eso, en esta exposición Casstillo sigue utilizando el
lenguaje plástico para expresar sus inquietudes y denunciar la realidad que le
rodea. En Otros Desiertos subraya esa visión atenazadora y pesimista que antes
presentaba a través de figuras humanas mecanizadas y rotas. Y nos plantea una
reflexión sobre los desiertos interiores referenciados con paisajes acuáticos y
la frialdad del metal.

Héctor Márquez,
periodista del entonces Diario 16, confirma la presencia de Ricardo Casstillo en
ARCO 91 con la Galería Pizarro, junto a Curro González y Chema Cobo entre otros, y lo
sitúa en un nuevo movimiento artístico que ha nacido en Sevilla: “Casstillo ha sido considerado un miembro de
la conocida como Escuela Sevillana, que aglutinó a una serie de pintores de la
ciudad o formados en ella (Moisés
Moreno, José Mª Larrando, Guillermo Paneque, Miguel Á. Porro, Curro
González, Pedro G.Romero, etc.), cuyas únicas características comunes se resumían en una actitud de ruptura
con la tradición anterior y un deseo de conexión con movimientos pictóricos internacionales”.
1990, diapositiva 4, serie Otros Desiertos.
Con Cita en Sevilla la década de los
90 comienza acogiendo grandes figuras de
la música clásica (Montserrat Caballé y Victoria de los Ángeles) del rock
(Jerry Lee Lewis), del flamenco (Camarón) del jazz (Lito Vitale), cantautores
(Sabina y Luis Eduardo Aute) y del pop (Silvio y Sacramento). La ciudad sigue acogiendo grandes encuentros
literarios, como Antonio Machado Hoy. Congreso Internacional Conmemorativo del
Cincuentenario de su muerte (1939-1989).
ANTONIO TÀPIES
Pero
el hito para la pintura contemporánea este
año es el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1990, que consagra por fin a
Antonio Tàpies, un artista plástico
y pensador estético que, desde el surrealismo de sus primeros tiempos al
informalismo matérico de su madurez, ha proyectado siempre una atrevida capacidad innovadora.

Para Ricardo, Tàpies
representa la valentía del artista frente al vacío. Lo iguala a la cultura del vacío y la estética japonesa.
En el Zen la forma es el vacío, el vacío es la
forma. La primera vez que se encontró ante una obra de Tàpies
descubrió que ese era su referente, su modelo de valentía ante lo que el artista
debe expresar, sin tener en cuenta nada más que su propia idea.
Precisamente, este mismo año la Academia sueca otorga el Premio Nobel de Literatura a Octavio Paz, poeta, escritor y
ensayista que tradujo los haikus de Matsúo Basho, que tanto influyeron en Ricardo Casstillo.
Con estas fuertes influencias, se empieza
a perfilar en su pintura una tendencia hacia una expresión
más sutil y un ligero abandono de la dureza de sus mecanismos.
Para terminar, hoy cierro con “Hora
Sudis” un poema surrealista del capítulo Poemas de Renegado de su libro Poemapas.
HORA SUDIS
Compungido
errante
de ciudad
caminante
telesforo
sin parar
mira-árbol
de jardines
gigantes
de Hora.
De observa
por alto
en punto
más distante
buitres
sin presa
por llevar
de boca
ensartan
picotazos
almas
puras
de ciudad,
renegado
circula
al paso
de lámparas
nerviosas
frecuento
de soledad
entre taxis
y vine a Sudis.
Echarme
no puedo
de ella
volandero
de exilio
vivo
ningún ave
rapiña
puede evitar
que exista
y muera
a Hora.
Pepa Pineda, Lunes 9 de mayo de 2022
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